domingo, 11 de abril de 2010

Energetica


Hay mucha gente que dice que del amor al odio hay un paso; y desde un punto de vista energético estoy de acuerdo.

Considerando que el amor y el odio son sentimientos muy poderosos, el gasto energético que uno emplea sobre la persona amada podría ser equivalente al gasto energético sobre una persona que se odia (considerando un odio real, no un mero rencor). Y con gasto energético me refiero al tiempo en el que se piensa (recuerdos, fantasías, etc) en la persona, pensamientos que llevan una fuerte carga emocional y en más de alguno reacciones fisiológicas como sudor, palpitaciones y otros. Todo esto claramente conlleva un gasto energético a pesar de ser procesos mentales y físicos relativamente espontáneos.

Entonces con todo lo anterior, está claro que sentimientos poderosos como el amor, el odio, la pasión o la envidia implican un gasto energético empleado en la persona objetivo.

Ahora bien, cuando la gente dice que del amor al odio hay un paso, se refiere a estos términos como contrarios, lo que no es aplicable a la perspectiva energética.
Si en términos energéticos el amor y el odio son iguales, entonces ¿Qué es lo contrario?
Precisamente aquello que involucre el menor gasto de energía sobre la persona, por ejemplo la indiferencia y el Olvido.

Cuando uno olvida a una persona practicamente no hay energía involucrada en ella. Puede que la persona sea recordada en un momento determinado y entonces la energía involucrada aumenta según el sentimiento relacionado con el recuerdo. Pero este gasto energético es solo momentáneo, y vuelve a su valor cero cuando desaparece el recuerdo.

Finalmente se entiende en términos energéticos que, por ejemplo, el amor es lo contrario al olvido.

Entonces ¿Qué pasa cuando alguien se olvida de uno?
En ese momento, hay que preocuparse...


Ni

Escuchando: Restless Oblivion -Anathema-