Una desazón extraña, muy parecida a la melancolía, me invadió esta tarde camino a mi casa. En la semana que tomé de vacaciones, a parte de distenderme y pasarlo bien, me dediqué a pensar, y pensé mucho y en muchas cosas, tratando de juntar las piezas de múltiples rompecabezas mentales inconclusos que me incomodaban hace un tiempo.
Si bien es cierto muchas cosas siguen inconclusas, el hecho de ver las cosas desde afuera -o al menos intentarlo- permite una visión más amplia de lo que ocurre y lo que no; y hoy luego de "precipitar" un poco de pensamiento me di cuenta de que el karma otra vez azota mi puerta. Y no me refiero al karma como un castigo -como la mayoría de la gente suele mal utilizar el término- sino que como una suerte de ciclo que de una u otra manera repetimos hasta que logramos cerrar... y que al parecer aun no logro terminar.
Sin embargo esta desazón también me recordó toda la avalancha de sentimientos posteriores que la han de seguir ya que, si me conozco un poco, puedo reconocer con todos estos signos que he vuelto al principio de un ciclo que detesto y que podría bautizar como “iluminación”. Si, es una desagradable iluminación en la que me doy cuenta que estoy sola, que nadie nunca estuvo conmigo, que las palabras se las lleva el viento y que pocos amigos son de verdad, que las personas siempre te decepcionan, te defraudan, y si tienen oportunidad te apuñalarán por la espalda.
Pero –no se si para mi fortuna o desgracia- ya sufrí por eso antes muchas veces, así que ahora me ahorraré esa parte y volveré al encasillamiento de siempre, porque siempre debió ser así.Volveré a construir aquel muro que me separa del mundo, cabaré otra vez un foso abismal y me acurrucaré en mi burbuja a dormir un par de eones, a sanar heridas y recuperar el aliento. Cuando despierte todo habrá pasado y sumergida en la fragilidad de la memoria habré olvidado por qué elevé aquel muro que luego de siglos está debilitado…y probablemente sienta esa felicidad inalcanzable y fugaz que a veces se asoma en mi vida, para luego volver al principio del ciclo. Al maldito principio en el que estoy ahora.
Al menos hoy quiero pensar que es asi.
Ni