Nunca, nunca es suficiente lo que doy.
No importa el tiempo que estemos juntos, no importa si es un día, un segundo, o solo la extraña sensación de conocerte desde siempre.
Yo ya me sé esa historia, la vieja, la nueva, y sé lo que viene.
Sé que río, sé que añoro, sé que pierdo...
No me mires con esos ojos de alma transparente, sé en tu silencio que ese ayer es mentira. No seas autoreferente, que en tu piel de metamorfo bien te conozco. Sé lo que viene después de esa caricia distraída, después de la voz tibia en el oído, sé que todo será como naipes en el olvido.
¡Pero es tan fácil perderse en el miedo de Alfonsina!
En ese fragmento de segundo que repetiría de por vida.
Camina, da la vuelta, que ya nunca encontrarás aquí lo suficiente.
Guardaré esa miel tibia que siento en tu recuerdo, que seguro tu también sentiste palpitar contra el diafragma vacío donde nunca te decides a poner corazón. Guardaré tu sonrisa en el momento preciso y tu silencio sin adiós.
Tu silueta se deforma cuando caminas a la orilla de mi vida y lo siento, por tí, por mi, porque nunca es suficiente.
Escuchando: Empyrium -Dying Brokenhearted-
