Hechos

Sabes lo que tienes que hacer, pero haces todo lo contrario. Excusas! Ah! Qué decepción! Qué abuso de mi sonrisa ahora gastada... Como matas el amor que con tanto celo guardo. Si, puñaladas, así se sienten las pruebas porque no puedo vivir de palabras, si lo hiciera le lloraría a los Dioses. Pero no! tú me conoces y solo hechos satisfacen mi intelecto. Solo pruebas, evidencia empírica, lógica... esa lógica que reclamas tuya pero se te escapa, se te escapa en la conveniencia. 

Y de cada puñalada queda una cicatriz, una memoria que desangra mis ansias.

¡Ahora que estamos tan cerca!

No entiendo... No entiendo...

No...No quiero entender. Me niego a descifrar la evidencia porque Ay! Duele! Porque al final solo hay una hipótesis que encaja:

ya . No . me . amas .

No hay consuelo en el silencio de lo evidente, no hay sosiego en el engaño de los astros, de las letras que desparramas.

Solo duele... duele...

Ni 

Luz y agonía

Luz es la dicha de tu nombre, de tu risa de medio lado y tus ojos avellana que me gritan te amo, atrapado tras el orgullo, ese orgullo tuyo que nos separa, que me nubla la mirada. Luz son tus palabras, tu recuerdo en la mañana, la certeza de que me extrañas... y sonrío de esas cosquillas que me haces en el alma, de ese recuerdo dulce que no se marcha, de esas palabras siempre encriptadas. 

Y esa luz es la primavera de mi vida, y florezco.

Pero ¿Has visto? los brotes florecen solo para morir...

Y llega la agonía otra vez, agonía de tu ausencia y tu silencio. Ese afán tuyo de ignorar lo evidente y callar lo importante, en esa agonía ya no se donde estoy, ni quien eres ni quien soy, la certeza se desvanece y mi corazón se encoge para aguantar el dolor, y todo con él se reduce. Entro en esa animación suspendida... y la primavera se va y todo vuelve a estar monocromo, monotono, porque otra vez estoy sin ti.

Y así, entre la luz y la agonía me pregunto:

¿Cual es la verdad?

Ni